domingo, 29 de marzo de 2009

ESCRIBIRE

Hoy desperté con deseos de escribir con el alma, de no llenar paginas con frases poéticas que a fin de cuentas son encantan a los apasionados, hoy quiero dejar plasmado en estas líneas solo lo que siente la piel, lo que se enreda en mi mente, desatando pensamientos continuos con miles de posibilidades que terminan en una sola conclusión.

Hoy quiero hablar de mí, de lo que creo, de lo que ha desarrollado el tiempo en tan pocos días, en esas horas que suelen parecer eternas, llenas de tantos y tantos pasos que dejan huellas indelebles en el camino. Hoy más que nunca declaro felicidad en mi vida, por mi, por los que me aman, por entender que el tiempo no justifica la calidad del cariño, que cada decisión importante está respaldada por un ser divino e inigualable.

Es hoy un día perfecto para dejar a un lado las indecisiones, reconociendo que perseverar es la única forma de subir peldaños en la vida, que el universo es perfecto, hecho a la medida de nuestras alegrías y que el tamaño de nuestros logros es exactamente el mismo tamaño de nuestros pensamientos.

Que tengo más razones que desdichas en la vida por haber nacido del vientre del amor y la esperanza, por ver todo esclarecer cuando una mano amiga da paso a la luz al abrir oscuras ventanas, cuando alguien disfruta de mis éxitos…Tengo motivos para ser feliz, muchos para ser sincero, respirar es uno de ellos.

Un día como hoy recuerdo todo lo que a corto tiempo me ha enseñado la vida, las personas de ayer que por ser especiales nunca saldrán de la mente, las de hoy que marcan cada momento con el sello de la felicidad, las de siempre que están adheridas al alma, todos hacen de esta experiencia de vivir algo especial.

Aprender que nada que valga la pena es fácil y que luchar para mantener la felicidad no debe ser sinónimo de conformidad, sino más bien de perseverancia.

Hoy a diferencia de ayer y aun mejor mañana quiero conjugar correctamente el verbo amar, para aplicar el verdadero sentido a las cosas, para que la felicidad no sea efímera…
Sea real.

G. Castro

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